ANTRACITA



La Antracita es una de las rocas más útiles para el hombre. De hecho, se trata de tipo del carbón fósil más extendido y es un combustible que se emplea todavía como una de las principales fuentes energéticas. Su nombre deriva del griego anthrax, que significa carbón.

Las diferentes conformaciones de los yacimientos de antracita hace que los métodos de extracción (o mejor dicho, de cultivo en la jerga minera) de esta roca sean mucho y diversos. Hay minas a cielo abierto y subterráneas, a veces a cientos de metros de profundidad. Para la extracción se emplean martillos neumáticos, excavadoras o dragas, o bien se pueden excavar pequeñas galerías en el subsuelo o desbancar en superficie varias hectáreas de terreno. El mineral extraído debe ser tratado adecuadamente para poder ser utilizado. Esto se produce mediante procesos de enriquecimiento, que separan la antracita de la roca estéril que no contiene antracita, y de filtrado, que permiten elegir las dimensiones de los fragmentos.

Hay una característica común a todas las minas y todos los tipos de extracción de carbón: a pesar de los sistemas de seguridad, mucho más evolucionados y eficaces actualmente que en el pasado, las minas de carbón son uno de los lugares de trabajo más peligrosos desde el punto de vista higiénico y sanitario y también por los riesgos de derrumbamiento y explosiones. Estas ultimas suelen estar causadas por la presencia en las galerías de grisú, una mezcla de gases altamente inflamable, compuesta esencialmente por metano.

 

-PROPIEDADES FISICOQUÍMICAS DE LA ANTRACITA - 

La antracita se presenta en forma de masas homogéneas, a menudo extensas

y de gran grosor, de color negro brillante. Su estructura es cristalina y compacta,

con estrías y vetas que varían de aspecto opaco a vítreo.

Es una roca dura, pero se fractura fácilmente de modo desigual o concoideo, dejando fragmentos en forma de pequeñas escamas. 

Respecto a los otros carbones fósiles, el contenido en carbono de la antracita es superior, constituyendo el 90-95% de su masa total. Su poder calorífico, es decir,

la capacidad de producir energía térmica, es considerable.

Cuando arde, la antracita no produce humo y genera una pequeña llama.

Contiene elevadas cantidades de azufre que pueden crear problemas de impacto ambiental cuando se utiliza como combustible; el uso masivo de carbón de antracita para calefacción y en la industria es uno de los principales responsables de las lluvias ácidas.

 


- COMPOSICIÓN DE LA ANTRACITA -

Aunque está considerada una roca, la antracita no se compone principalmente

de "verdaderos minerales", sino de elementos simples, como hidrógeno, oxigeno, azufre y nitrógeno, o de sus compuestos. La antracita contiene principalmente carbono asociado a reducidas cantidades de hidrocarburos como el metano,

ligeros y volátiles, que se transforman rápidamente en gas. Además, están

presentes también cantidades mínimas de sulfuros, cuarzo, arcillas y calcita.

 

- FORMACIÓN DE LA ANTRACITA - 

El origen de los yacimientos de antracita se remonta al Paleozoico, concretamente a los periodos Carbonífero y Pérmico. Allí donde hay actualmente yacimientos de carbón fósil existían hace millones de años zonas pantanosas o lacustres costeras. En el transcurso de millones de años, se hundieron lentamente y pasaron a estar bajo el nivel de las aguas, donde tuvieron lugar los procesos de carbonización.

Este tipo de fosilización está caracterizado por la pérdida gradual y continua de átomos de hidrógeno y oxígeno, con la consiguiente acumulación de un alto porcentaje de carbono. Gracias a la larga serie de transformaciones sufridas,

la antracita es el carbón fósil con más alto contenido en carbono y menos concentración de elementos volátiles, como el oxigeno.

La antracita se encuentra exclusivamente en formaciones rocosas que se remontan al Paleozoico, en forma de extensos bancos que constituyen amplios depósitos

(las llamadas cuencas carboníferas), correspondientes a los ambientes geológicos en los que se han formado. Asociados a los depósitos de antracita se encuentran a veces alternancias de rocas sedimentarias, como areniscas y arcillas.

Los investigadores coinciden en considerar que el ambiente ideal de formación 

de la antracita está ligado a un clima caliente y húmedo, a una atmósfera caracterizada por un alto contenido en dióxido de carbono y a la ausencia de manifestaciones geológicas destructivas, como erupciones volcánicas, con coladas de lava, o a fenómenos de transporte de sedimentos a causa de grandes riadas o aluviones. Muchos depósitos de antracita han sufrido notables procesos

de deformación por la obra de fenómenos geológicos a gran escala,

como la formación de cadenas montañosas.

 


- DÓNDE BUSCAR ANTRACITA -

La antracita se encuentra en numerosas áreas de todo el mundo.

En España, los yacimientos más importantes están en Asturias, también en León

y en algunas localidades del Pirineo catalán.

Extensos yacimientos se hallan en Estados Unidos (Pensilvania y los estados occidentales colindantes con Canadá), China, Siberia, Polonia, Alemania, Bélgica, Italia y Gran Bretaña.

 

- COMO RECONOCER LA ANTRACITA - 

La antracita se distingue fácilmente de la turba y del lignito por su color, su brillo metálico y sus características físicas. En cambio, guarda una cierta semejanza con la hulla, que es un poco más ligera y presenta un contenido inferior de carbono.

El análisis químico en laboratorio permite su fácil identificación.

 

- APLICACIONES Y UTILIDADES DE LA ANTRACITA - 

Desde el punto de vista térmico, la antracita es un excelente combustible para usos tanto domésticos como industriales. Por desgracia, como sucede con todos los carbones, es muy contaminante, por lo que tiende a utilizarse cada vez menos en los países tecnológicamente más vanguardistas o que pueden utilizar otras fuentes de energía. Además, se emplea para producir gas de alumbrado y para fabricar goma sintética, hierro colado y colorantes.

 


- OTROS CARBONES FÓSILES - 

Estos carbones son combustibles fósiles de origen vegetal natural, que se han formado a raíz de lentísimos y prolongados procesos de transformación a partir de los restos de organismos vegetales, como árboles y arbustos, así como de plantas de dimensiones mucho más reducidas, como el musgo y la vegetación palustre.

Son sólidos y se caracteriza por un alto contenido de carbono y una coloración generalmente negra o pardo - negruzca. El término carbón se aplica tanto a los carbones fósiles que se extraen de yacimientos (llamado con más propiedad carbón fósil o mineral) como al carbón producido artificialmente, quemando leña sin incinerarla (denominado carbón de leña).

 

- COMO NACE EL CARBÓN - 

El origen de los carbones fósiles no está totalmente claro; no todos los tipos de carbón se forman del mismo modo que la antracita. Sin embargo, algunos procesos son comunes a todos ellos. Se considera que el carbón se forma a raíz de la fermentación, en un ambiente sin aire, de la celulosa que constituye gran parte de la masa de las plantas. Se trata de un proceso muy lento y continuo que comporta un progresivo enriquecimiento de carbono respecto al contenido global de elementos inicialmente presentes. Esto significa que con el paso del tiempo los componentes menos estables químicamente (es decir, los que no logran mantenerse en las condiciones originales) tienden a reducirse cada vez más, mientras la cantidad de carbono aumenta. Esta característica permite distinguir varios tipos de carbones fósiles según su contenido en carbono.