GEODA



La Geoda no es un mineral, sino un continente de esplendidos cristales.

Las geodas constituyen uno de los hallazgos más gratificantes de la búsqueda de minerales en el campo. Son, en cierto sentido, como el patito feo del cuento:

a primera vista parecen simples piedras de aspecto nada atractivo, pero cuando se abren son un cofre con un contenido precioso.

Las geodas suelen encontrarse cerradas, perfectamente selladas por la naturaleza.

Sólo abriéndolas es posible admirar sus esplendidos cristales.

 

- QUÉ SON LAS GEODAS - 

Las geodas son curiosas formaciones que se encuentran en el interior de rocas de distinta naturaleza (ígneas, metamórficas y también sedimentarias).

Son muy apreciadas por los coleccionistas de minerales por su hermoso aspecto una vez abiertas; desde el punto de vista mineralógico no son más que asociaciones de minerales como otras muchas, pero lo que las hace "especiales" es la manera de asociarse los cristales en ellas.

El término "geoda", en efecto, no se refiere en concreto a un mineral, sino a unas cavidades de forma esféricas u ovoidal, tapizadas interiormente por una capa de cristales perfectamente formados o dispuestos en concreciones.

Los cristales crecen en el interior de las cavidades desarrollándose a partir de núcleos instalados sobre una serie de capas de mineral formadas por diminutos cristales agregados en masas compactas.

El crecimiento de los cristales dentro de las geodas es el resultado de procesos de precipitación y condensación de fluidos hidrotermales o de soluciones particulares que están sobresaturadas.

Las geodas se pueden formar también a causa de burbujas de gas en el interior de una masa magmáticas que, gracias a la cavidad originada por la burbuja y al lento proceso de enfriamiento, permiten la perfecta cristalización de los materiales que la envuelven. Generalmente, los cristales presentes dentro de las geodas pertenecen al grupo del cuarzo, de las variedades amatista, citrino o hialino; éstos se encuentran instalados sobre una serie de capas de calcedonia, una variedad microcristalina del cuarzo. Pero no faltan formaciones de otra naturaleza mineralógica.

A menudo, también se habla de geoda cuando se trata de agregados de cristales con habito bien formado implantados sobre una matriz (otro mineral) o en el interior de una cavidad plana. Desde una perspectiva rigurosamente mineralógica (y genética), en estos casos se debería hablar de drusas, pero, a pesar de no ser correcta, la denominación geoda se usa habitualmente entre los no especialistas, sobre todo en el ámbito comercial. 

 


- ASPECTO GENERAL DE LAS GEODAS - 

El aspecto general de una geoda difiere sustancialmente según se observe la superficie exterior o la sección, que presenta a su vez dos porciones distintas. 

Exteriormente, una geoda adopta el aspecto de la roca en cuyo interior está contenida y no difiere de ella salvo por el hecho de ser más ligera y de mostrar a veces fracturas o cavidades al menos parcialmente visibles. Sin embargo, la presencia de ampollas o de fracturas en el aglomerado rocoso no es un indicio cierto para el hallazgo de geodas; lo saben bien los buscadores de minerales, que a menudo se ilusionan por el descubrimiento de cavidades que más tarde revelan carecer de cristales en su interior. Las geodas son otro mundo por dentro. Si tomamos como ejemplo una geoda de cuarzo, uno de los tipos más comunes, se observan dos zonas claramente diferenciadas. Primero se encuentra una serie de capas de calcedonia y/o ágata subparalelas entre sí, con una coloración a menudo alternada y diversificada según el material del que están compuestas. De hecho, el ágata no es más que una variedad de calcedonia, de la que se diferencia por una tonalidad pálida y generalmente comprendida entre el amarillo crema y el gris o el pardo, y sobre todo por  la presencia de bandas concéntricas, ausentes en la calcedonia.

Hacia la cavidad parte una franja de cristales bien constituidos que, vistos por separado, tienen una forma casi de clavo, con una parte más delgada (el núcleo) adherida a la capa de cuarzo microcristalino, y una cabeza más maciza dirigida hacia el interior. La franja de ágata presenta aquí un brillo ligeramente translucido, opalescente, mientras que el cuarzo microcristalino, vítreo, puede adoptar coloraciones diversas o ser incoloro, según la variedad.

 


- DÓNDE BUSCAR GEODAS - 

Las geodas se pueden encontrar en muchos lugares de interés mineralógico.

En España se pueden recoger discretos ejemplares asociados con algunos granitos, yacimientos hidrotermales y con rocas ígneas efusivas.

Brasil es sin lugar a dudas uno de los países de procedencia de los mejores ejemplares, aunque también se extraen hermosas pieza de las cavidades de orcas efusivas de Islandia.

 

- APLICACIONES Y VALOR DE LAS GEODAS - 

Las geodas son interesantes principalmente para los coleccionistas.

Como es lógico, cuanto mejor formados estén los cristales en su interior, mayor será el tamaño de la geoda y superior su valor sentimental y comercial.

Algunos artesanos realizan con las geodas adornos y objetos artísticos, cuyo valor depende tanto de la calidad de la geoda utilizada como de la factura del objeto.