CELESTINA



La celestina debe su nombre al color azul celeste típico de sus cristales, aunque también pueden presentar otras coloraciones. Se trata de un hermoso mineral muy apreciado por los coleccionistas e importante también en la industria: de hecho, es el principal mineral para la extracción de estroncio, un metal de alto interés industrial.

 

- EL ESTRONCIO DE LA CELESTINA - 

El estroncio es un metal alcalino-térreo, como el berilo, el magnesio, el calcio y el radio. En la naturaleza se encuentra principalmente en forma de celestina y,

en menor medida de estroncianita. Sus características lo hacen adecuado para diversos empleos. De hecho, es un metal dúctil y maleable, relativamente ligero

y con fuerte reactividad química. En forma de sal se usa para los fuegos artificiales

(da un color rojo carmín), para los proyectiles de rastreo (que dejan una estela luminosa que permite saber dónde caen) y en la producción de pinturas, cerámica

y vidrios coloreados e iridiscentes. El estroncio puro se emplea en aleaciones metálicas y como electrodo en las válvulas de vacío. También se encuentra como isótopos radiactivos: el estroncio 85 se usa en medicina nuclear, y el estroncio 90

es uno de los más peligrosos contaminantes radiactivos, producto de las explosiones nucleares. 

 


- ASPECTO GENERAL DE LA CELESTINA - 

La celestina se da en cristales prismáticos, bajos y gruesos, tabulares o piramidales, a menudo agrupados entre sí, así como en nódulos, venas o masas fibrosas, granulares o mamelonadas. A veces puede adoptar un aspecto terroso. La celestina no siempre es azul; en efecto, se encuentra de otros colores, que van del blanco al gris, del verde al amarillo pálido, al rojo o al pardo. Existen también ejemplares incoloros.

 

- PROPIEDADES FISICOQUÍMICAS DE LA CELESTINA - 

La celestina es un mineral bastante pesado y semiduro. Es frágil y presenta una exfoliación perfecta. Tiene brillo vítreo o nacarado, y es transparente o, más habitualmente, translucida. La presencia de impurezas la hace a menudo fluorescente o termoluminiscente. Funde con bastante facilidad (3 en la escala Kobell) y se disuelve con dificultad sólo en agua o en soluciones débilmente ácidas, como las de ácido clorhídrico. Cuando se reduce a polvo (que es de color blanco) y se pone sobre un hilo de platino calentado con el mechero de Bunsen o con el soplete, la celestina emite una viva llama de color rojo carmín, que revela la presencia de estroncio.

La celestina es pseudomorfa con la calcita, es decir, puede presentar una composición química distinta, conservando inalterada la forma.

 


- VARIEDADES DE LA CELESTINA - 

La celestina se puede presentar en una forma impura, llamada cliftonita.

El mismo nombre indica también una variedad de carbono puro monométrico, presente en algunos meteoritos.

 

- FORMACIÓN Y ASOCIACIONES DE LA CELESTINA - 

La celestina se forma en ambiente hidrotermal, en las cavidades y burbujas de las rocas volcánicas (constituyendo los llamados rellenos secundarios), así como en fracturas y filones. Sin embargo, es más común encontrarla en rocas sedimentarias

de tipo carbonatado, arenífero o evaporítico, generalmente ligada a la deposición de soluciones salobres. La celestina suele estar asociada con carbonatos

(como calcita y aragonito), sulfatos (como la barita o el yeso) y sulfuros o cloruros,

así como con azufre nativo.

 


- DÓNDE BUSCAR Y CÓMO RECONOCER LA CELESTINA -

Los cristales de celestina más bellos de España se encuentra en drusas de Puente Tablas (Jaén) y en Iborra, Torà y Granja de Escarpe (Lérida).

Se encuentran ejemplares interesantes en Herrengrund (Bohemia), en varias zonas

de Baviera y en las proximidades de Jena )Alemania), así como en Polonia, Bristol

(Gran Bretaña), la cuenca del Volga (Rusia), Turquestán, Kazajstán, Tunicia y Madagascar. Esplendidos ejemplares, entre ellos algunos de dimensiones excepcionales, proceden de numerosas zonas de los Estados Unidos: Maybee (Michigan), Salem (Indiana), Lime City (Ohio), Austin (Texas) y Tennessee.

La celestina se distingue de la calcita por no reaccionar con el ácido clorhídrico,

del yeso por la mayor dureza y de la barita por su menos densidad.