CALIZA



La caliza es una de las rocas más extendidas y también de las que más variedades presenta en cuanto a proceso de formación, propiedades y difusión; siempre ha sido una roca de gran utilidad para el hombre. Los pueblos precolombinos, los egipcios y los romanos usaron esta roca; entre las construcciones monumentales de caliza más importantes está la pirámide de Kukulcán en Chichén Itzá (México), construida por los mayas. 

 

- ASPECTO GENERAL DE LA CALIZA - 

Las calizas compactas, que son las más abundantes, tienen una estructura maciza, en algunos casos similar a la de la porcelana, aunque sobre el terreno se presenta en extensas capas estratificadas. Existen casos en los que la caliza se observa a veces fracturada y recementada sin transporte. La estructura estilolítica, con muescas similares a las de una estructura de ensamblaje, es típica de esta roca.

El tamaño del grano varía de muy fino a grosero. Los colores más comunes de la caliza son blanco, crema, amarillo, rosa y el rojo (debido a la presencia de impurezas, hematites y limonita) e incluso gris o negro. Estas ultimas tonalidades se dan cuando en el interior de la caliza se encuentra mucho material carbonoso o bituminoso, que indica la presencia de restos orgánicos no del todo oxidados y descompuestos.

En diferentes zonas de España, los tipos de caliza reciben nombres distintos según sus características y también a topónimos y voces dialectales.

La mayor parte de estas calizas se introducen en el mercado con los mismos nombres, que se convierten así en denominaciones comerciales.

Entre los ejemplos más comunes tenemos la "la piedra de Gerona" y la

"piedra de Sant Vicenc" (Barcelona), que son calizas numolíticas del Eoceno

(hace 55 a 38 millones de años), el "rojo Alicante", constituida por una caliza fosilífera margosa con vetas blancas de calcita, el "crema marfil", una caliza oolítica del Mesozoico, y los "travertino Macael amarillo" y "travertino Macael rojo" de Málaga.

 

- COMPONENTES DE LA CALIZA - 

El mineral principal de la caliza es la calcita, que es precisamente carbonato

cálcico, hasta tal punto, que puede considerarse que esta roca está formada prácticamente por un solo mineral, en los tipos más puros, el contenido en calcita puede alcanzar el 95 - 97%. Junto con la calcita puede encontrarse, en porcentajes bajos, aragonito, dolomita, otros carbonatos como magnesita y siderita, óxidos e hidróxidos, cuarzo y calcedonia, sulfuros y restos bituminosos.

 


- PROPIEDADES FISICOQUÍMICAS DE LA CALIZA - 

Las calizas son rocas sedimentarias de origen organógeno; esto significa que el carbonato cálcico que las constituye deriva de la acumulación de restos de organismos vivos, en particular conchas de moluscos, corales, esponjas y algas calcáreas. Las calizas son rocas medianamente pesadas y poco permeables, con una densidad aproximada de 2,4-2,75 g/cm3; por el contrario, una caliza blanda "tobosa" muy porosa y frágil, tiene una densidad de apenas 1,1-2,4 g/cm3.

Todas las calizas son rocas blandas, poco resistentes a la compresión y al desgaste mecánico. Si se golpea, la caliza se rompe produciendo fracturas concoideas o subconcoideas. Es atacada fácilmente por los agentes químicos, como la lluvia ácida, que deteriora los monumentos de caliza y de mármol. 

 

- FORMACIÓN DE LA CALIZA - 

Las calizas se forman por deposición, compactación y transformación en roca (litificación) de fangos producidos por la acumulación de enormes cantidades de conchas de microorganismos vividos en pleno océano (los llamados microorganismos pelágicos) o por compactación de organismos biohermales, unos organismos con esqueleto calcáreo que se unen en grandes colonias, como algunos tipos de corales. Otras calizas son de origen biostromal, es decir, constituyen estructuras estratificadas formadas por la superposición de restos de organismos que viven sobre el fondo del mar (bentónicos) o se mueven siguiendo las corrientes marinas (planctónicos).

Las calizas pueden tener también un origen químico, por precipitación y deposición de sales disueltas en agua en zonas con fuerte evaporación (ambientes cálidos y secos).

Los fósiles microscópicos de las calizas compactas suelen destruirse durante la transformación químico-mineralógica (diagenésis); pero los de mayores dimensiones pueden permanecer encerrados en los sedimentos calcáreos y llegar hasta nosotros.

 


- VARIEDADES DE LA CALIZA - 

Además de la típica caliza compacta, la variedad más espectacular es quizá la caliza fosilífera; algunos investigadores consideran la caliza con fósiles una roca en sí misma, sobre todo cuando la presencia de restos fósiles es maciza. 

La caliza dolomítica está constituida, además de por calcita, por dolomita; debe contener entre el 10 y el 50% de este mineral para pertenecer a esta variedad.

Si entre los componentes hay un alto porcentaje de arcilla, se trata de una caliza margosa. Dicho porcentaje suele oscilar entre el 15 y 20%, pero si aumenta, la roca

se clasifica entre las margas calcáreas, en las que la arcilla puede representar hasta

el 35% de los componentes. Una variedad peculiar de esta roca es la caliza litográfica, compacta y con un grano muy fino y una sutil estratificación que la hace perfectamente exfoliable en láminas pulidas. Placas de este tipo se usan para la litografía, una técnica de estampación de la que deriva el nombre de esta variedad. Una de las calizas litográficas más conocidas es la de Soeinhofen, en Alemania, que ha restituido importantes restos fósiles del que se considera el eslabón de unión entre los reptiles y las aves, el famoso Archaeopteryx. Gracias a la finísima estructura de este tipo de roca se han conservado, además de las partes esqueléticas, también parte de los tejidos orgánicos, como las plumas y las aletas "impresas" sobre la placa de caliza. Entre las rocas que no son autenticas variedades de caliza, pero que se asemejan a ella por la presencia de carbonatos de calcio, se encuentran la calcarenita, una roca sedimentaria clásica (una arenisca) constituida por calcita derivada de procesos de fosilización, y el calcoesquisto, una roca metamórfica regional, derivada de sedimentos calcáreos o margosos.

El famosos travertino es también una caliza generalmente blanca o de color crema.

Su origen es químico y su estructura concrecionada, con abundantes cavidades debidas a la descomposición de los restos vegetales, visibles sobre la roca.

 

- DÓNDE BUSCAR Y CÓMO RECONOCER LA CALIZA - 

Muchas de las rocas sedimentarias que afloran en España son calizas que se extienden al o largo de Asturias, Cantabria y el País Vasco, en el norte en el Sistema Ibérico, la cuenca del Ebro y las islas Baleares, al este, y en el sistema Bético por el sur. Las calizas abundan en innumerables lugares de todo el mundo. Las más famosas son los "acantilados blancos" de Dover y de Cornualles (Gran Bretaña), los macizos de Verdon (Francia), los Alpes bavareses (Alemania) y las islas frente a la costa de China y Vietnam, los picos calcáreos a lo largo del río Li (China), algunas zonas de Yucatán (México) y parte de las cadenas montañosas de la costa oeste de Norteamérica. Aunque el color de la caliza puede variar, es fácil reconocerla, sobre todo por su reacción al ácido clorhídrico; basta depositar en su superficie unas gotas de este ácido para observar una inmediata efervescencia.

 


- APLICACIONES Y UTILIDADES DE LA CALIZA -

La caliza se presta para ser tallada y pulida; esto favorece su empleo como piedra ornamental. Las placas de caliza se pueden grabar, cosa que hacían los antiguos egipcios. También se utilizan como revestimiento y pavimentaciones de valor moderado o para construcciones macizas. Las calizas se emplean para la producción de gravilla para la construcción y para lo balastos ferroviarios, así como para la producción de aglutinantes, de cal y de cemento. Algunos variedades de caliza se emplean en la artesanía para realizar objetos semipreciosos. 

 

- CONSTRUIR CON CALIZA -

Actualmente, la caliza sigue siendo un material importante en la construcción.

La cal (usada también en otros sectores industriales) y el cemento, por ejemplo, se obtienen sometiendo rocas calcáreas trituradas a procesos especiales. Para producir la cal se somete la caliza a un tratamiento a elevada temperatura (sobre 900 ºC); ésta se descompone en cal viva y dióxido de carbono. La cal viva se hace reaccionar después con agua, transformándola en hidróxido de calcio, este compuesto se usa en la construcción con el nombre de cal apagada, un polvo blanquecino finísimo. 

El cemento, en cambio, es una mezcla constituida por cal viva, oxido de silicio, oxido de aluminio y oxido de hierro, con un 20-25% aproximadamente de arcilla.

Así pues, para producir el cemento es preciso disponer de grandes cantidades de rocas calizas, que proporcionan el oxido de calcio necesario.