APOFILITA



La apofilita pertenece a la subclase de los filosilicatos, silicatos cuyos grupos están dispuestos en planos paralelos entre sí y son, por tanto, fácilmente exfoliables.

El nombre de la subclase deriva precisamente de esta característica: en griego antiguo, phyllon significa "hoja". El nombre de la apofilita tiene un origen similar:

fue bautizado por el mineralogista francés René Just Haüy, un abad que vivió entre fines del siglo XVIII y principios de XIX, para subrayar la tendencia de este mineral a exfoliarse, es decir, a dividirse en pequeñas láminas. Se trata de un mineral bastante raro, muy apreciado por los coleccionistas cuando presenta cristales bien formados, aunque no es fácil que éstos alcance dimensiones considerables.

La apofilita es en realidad un nombre griego que indica dos minerales distintos 

(en efecto, se trata de verdaderos minerales, y no de variedades del mismo mineral): la fluoroapofilita y la hidroxiapofilita, caracterizadas respectivamente por la presencia de átomos de flúor y de grupos hidroxilo en su red cristalina. 

Resulta difícil sobre el terreno (y a veces incluso en el laboratorio) distinguir los dos minerales e identificar los extremos puros, es decir, los que contienen sólo flúor o sólo el grupo hidroxilo. De hecho, en la mayoría de los casos, los cristales de apofilita son soluciones sólidas, es decir, mezclas constituidas por toda la gama posible de combinaciones entre flúor y grupo hidroxilo.

 

- ASPECTO GENERAL DE LA APOFILITA - 

La apofilita se presenta en cristales con hábito variado, de tabular o laminar a bipiramidal o cúbico y pseudooctaédrico, similar a una doble pirámide unida por la base. Es incolora, pero la presencia de diversos elementos extraños en su red hace que se encuentre a menudo cristales amarillos, rosados, verde vivo o azul agua.

Estas dos ultimas tonalidades son las más apreciadas por los coleccionistas.

 


- PROPIEDADES FISICOQUÍMICAS DE LA APOFILITA - 

La apofilita es perfectamente exfoliable según la dirección de la base (menos en las otras), tiene una dureza relativamente escasa y es bastante frágil. Como la mayoría de los filosilicatos, es un mineral bastante ligero. Tiene un punto de fusión muy bajo de tan solo 1,5 en la escala de Kobell y, cuando lo alcanza, colorea la llama de violeta, desprendiendo el agua contenida en su red en forma de vapor.

Reacciona con el ácido clorhídrico, dejando como deposito un compuesto gelatinosos, característica ésta que constituye un buen indicio para su identificación. 

 


- FORMACIÓN Y ASOCIACIONES DE LA APOFILITA - 

La apofilita se forma principalmente en filones hidrotermales, especialmente en los metalíferos, o cavidades de rocas volcánicas, como basaltos o tobas. 

Puede encontrarse también en las grietas alpinas. Se halla a menudo asociada con calcita y con diversas zeolitas, como la estilbita, la heulandita y la escolecita.

 


- DÓNDE BUSCAR Y CÓMO RECONOCER LA APOFILITA - 

En España, la apofilita no es muy común, pero se ha encontrado en algunas localidades de los Pirineos y también en el Berrueco (Madrid).

Otros países de Europa donde se han hallado cristales son Alemania, Gran Bretaña, Italia, Suecia, Suiza, Austria, Francia y la República Checa.

En el resto del mundo tampoco es muy abundante; los principales yacimientos se encuentran en Poona y Maharashtra (India), en nueva Escocia y Quebec (Canadá),

en las islas Feroe, de origen volcánico, en Rio Grande do Sul (Brasil) y en Potosí (Bolivia). La apofilita se distingue bastante fácilmente de los otros minerales que se forman en las mismas condiciones gracias a su habito cristalino y a sus particulares coloraciones.