ÓNIX o ÓNICE



Ónix es el término empleado para designar un tipo particular de ágata, dentro de la familia de la calcedonia. Así pues, se asemeja a la ágata en algunos casos y a todas las demás calcedonias, que se distinguen sólo por la coloración y las aplicaciones gemológicas. Se trata de una variedad compacta, microcristalina con zonas de estructura fibrosa que se alternan con otras microgranulares; es bastante común, y el hombre la usa desde la antigüedad. Su nombre deriva del griego onyx "uña", debido al aspecto córneo que puede presentar el mineral. En la naturaleza no se encuentra nunca en hermosos cristales, sino en pequeñas masa y nódulos que después se talla y se pulen.

En el siglo XIX, a causa de su color muy oscuro, el ónix se utilizaba para realizar adornos de luto, los únicos que podían llevar las señoras en tales circunstancias. Por eso, puesto que el ónix negro no abunda especialmente, se coloreaba a veces con azúcar carbonizado.

 

- ASPECTO GENERAL DEL ÓNIX -

El ónix es una ágata cuyo color varía del banco al rojizo, pasando por el gris o el negro. Las variedades más apreciadas desde el punto de vista gemológico presentan bandas listadas de diversos tonos o colores.

 

- PROPIEDADES FISICOQUÍMICAS DEL ÓNIX -

El ónix presenta todas las características químicas y físicas de la calcedonia: de hecho, es prácticamente inalterable por los ácidos, a excepción del ácido fluorhídrico, aunque pueden transformarse en una gelatina en algunos ácidos comunes, por ejemplo el ácido clorhídrico. Es duro, bastante ligero, carece de exfoliación y tiene una fractura concoidea característica. Aunque presenta la misma composición química que el cuarzo, se altera más fácilmente por obra de los agentes atmosféricos que su "primo mineralógico" a causa de la típica estructura microcristalina.

 

- FORMACIÓN Y ASOCIACIONES DEL ÓNIX -

El ónix, como todas las variedades de calcedonia, tiene generalmente un origen sedimentario; de hecho, se deposita en tratos por precipitación de soluciones acuosas saturadas (es decir, muy ricas) de sílice en fracturas de rocas ígneas o sedimentarias. Este tipo de origen explica su aspecto estratificado peculiar.

 

- DÓNDE BUSCAR Y CÓMO RECONOCER EL ÓNIX -

Considerables cantidades de ónix proceden de Brasil, del distrito de Minas Gerais, que es muy rico en minerales; se encuentra también en abundancia en Pakistán y en los estados de Asia central, aunque hay que decir que el ónix, en pequeñas cantidades, puede ser considerado un mineral bastante común en todo el mundo. Se aspecto estratificado permite reconocerlo sobre el terreno, aunque a primera vista se puede confundir con otras variedades de calcedonia. Para reconocer una joya realizado con ónix se pueden observar sus bandas listadas, que deben distinguirse bien unas de otras.

  


- APLICACIONES Y VALOR DEL ÓNIX -

El ónix es un mineral conocido ya en la prehistoria; se usaba para fabricar utensilios diversos y armas, aprovechando su dureza y su resistencia; las variedades de aspecto más atractivo se han empleado siempre para realizar objetos ornamentales.

En 1920 y 1930, la variedad negra del ónix tuvo mucha aplicación en la joyería de lujo, formando parte de piezas muy cotizadas actualmente por los coleccionistas de antigüedades y por las más conocidas casas de subasta del mundo. Algunos importantes diseñadores de joyas de art déco, como Raymond Templier y Gérard Sandoz, revalorizaron el ónix utilizándolo junto con diamantes, oro blanco e incluso platino.

 

- LA TALLA DEL ÓNIX -

Suele utilizarse en planchas delgadas y de dimensiones reducidas, de distintas formas y pulidas, o para la realización de camafeos; en este caso, se imitan a menudo los diseños de camafeos antiguos, hallados en abundancia en diversas excavaciones arqueológicas. El grabado y la talla son las técnicas más utilizadas para la realización de joya y objetos decorativos de ónix. Dichas técnicas han sido empleadas por los artesanos y los artistas en todos los objetos realizados con esta piedra; lo demuestran, por ejemplo, las vajillas mayas y la glíptica romana.

El ónix se asocia a otras piedras duras y semipreciosas, y el de determinados colores se presta para ser montado en plata o en oro blanco; es el caso del ónix negro. Es menos habitual su talla en cabujón o en esfera, empleada para la realización de collares y colgantes, cuyo valor casi nunca es elevado.

 

- IMITACIONES Y ARTIFICIALES DEL ÓNIX -

Como sucede con las piedras no demasiado valiosas, el ónix no se obtiene sintéticamente, puesto que el coste de producción sería más alto que el beneficio obtenido con la venta de los productos fabricados con la piedra sintética; la única "falsificación" realmente conveniente la constituye una "ayuda" al color, al menos en caso del ónix negro.

Si la coloración natural es demasiado clara, la piedra se colorea con técnicas diversas (entre ellas, el tratamiento a base de nitrato de cobalto); el coloreado artificial resulta fácil debido a la estructura del mineral, que al estar constituido por microcristales y microfibras, es bastante poroso y permite la perfecta penetración del color.

 

- LA LEYENDA DEL ÓNIX -

La mitología griega atribuye el origen del ónix a un accidente ocurrido a Afrodita, la diosa del amor y de la belleza. Eros, el dios del amor, rompió por error con una flecha una uña de la diosa. La uña divina la caer en el agua, se transformó en piedra.

Por tanto, no es de extrañar que el ónix se haya empleado no sólo como piedra preciosa y ornamental, sino también como piedra taumatúrgica (es decir, dotada de poderes mágicos y de capacidad curativa).