Muy pocos buscadores de piedras salen al campo acompañados de un contador Geiger, a pesar de que hay muchos minerales que son radiactivos. En cualquier caso no hay que temer, no se trata de minerales peligrosos.
Sólo un coleccionista o un buscador dedicado a las colecciones sistemáticas podría pensar en recoger exclusivamente minerales caracterizados por presentar radiactividad. Sin embargo, existen muchos minerales que tienen esta propiedad, muy interesante a veces para la industria.
- MINERALES ATÓMICOS -
Por radiactividad se entiende de la desintegración espontánea de un núcleo atómico con emisión de energía y de partículas cargadas (rayos α (alfa), β (beta), γ (gamma).
Ya entramos en el tema de los análisis sofisticados realizados utilizando instrumentos como el contador Geiger-Müller; se trata de operaciones que se pueden efectuar sólo en el laboratorio, de ningún modo sobre el terreno.
No todos los elementos son radiactivos y, por tanto sólo pueden desarrollar esta propiedad los minerales que contengan los que sí lo son.
Los elementos radiactivos más abundantes en la naturaleza son el uranio y el torio. Estos átomos se desintegran espontáneamente, emitiendo primero desde el núcleo una partícula α idéntica al núcleo de un átomo de helio; a continuación pierden una partícula β, es decir, un electrón; por emisión sucesiva de otras partículas α y β, pasan a través de una serie de productos inestables hasta llegar a un isótopo estable del plomo. Al mismo tiempo, la desintegración genera energía en forma de rayos γ, una radiación electromagnética similar a los rayos X, pero de longitud de onda menor.
La radiación producida por minerales que contienen uranio y torio se puede detectar mediante el contador Geiger-Müller o con un escintilómetro, dos instrumentos que pueden ser de gran ayuda para la identificación de dichos minerales.
Existen algunos modelos de contador Geiger de campo, pero su precio puede ser elevado, incluso hoy en día encontramos contadores Geiger para usar en el móvil mediante su conexión por puerto Jack y usando una aplicación determinada.
Una consecuencia de la desintegración radiactiva es que la radiación producida deteriora la estructura cristalina de los minerales radiactivos, que se denominan metamícticos; este deterioro puede producir un cambio en el volumen del mineral, con el consiguiente perjuicio a los minerales circundantes; las propiedades ópticas pueden variar y el poder de difracción de la red cristalina puede disminuir hasta el punto de que el mineral aparece amorfo con los rayos X. Las propiedades de difracción se pueden restablecer a veces calentando el ejemplar. La velocidad de desintegración es constante e independiente de la temperatura, de la presión y del estado de combinación química de los átomos.
La radiactividad es muy importante en el calentamiento interno de la Tierra; de hecho, se cree que existen una enorme fuente de calor que depende precisamente de los elementos radiactivos.
Se ha demostrado que un calentamiento semejante puede ser provocado por 36g de uranio en mil millones de toneladas de roca, y la corteza terrestre contiene una cantidad de este elemento cincuenta veces mayor.